El oído es un órgano que realiza muchas más funciones que la más obvia: la audición de sonidos.
El vestíbulo, que forma parte del oído interno, controla la coordinación, la verticalidad, el tono muscular y el equilibrio. Gracias al vestíbulo podemos desarrollar una imagen de nuestro cuerpo en el espacio.
El oído también tiene una función dinamizadora: “el oído es una dinamo que transforma las estimulaciones que recibe en energía de carga hacia el córtex neuronal“. Alfred A. Tomatis